sábado, 18 de diciembre de 2010

Cuento de Navidad

Yo he venido al mundo
para que el mundo tenga Vida.
Me he hospedado en vuestra casa
para que viváis siempre en mi presencia.

He dormido a vuestra vera
para que soñéis un mundo mejor.
Me he hecho uno de tantos
para que todos valgan lo mismo.
He escogido nacer en pesebre
porque a Dios no se le encierra en el templo.

He querido hacerme, ante todo, hombre
y llorar y reír
y vivir con vosotros.
Y así, cuando lloréis
sabréis que no estáis solos,
que yo lloré primero
para que vuestras lágrimas tengan sentido.

Y cuando riáis
sabed que yo estoy con vosotros,
que vuestra risa es la mía
y vuestra alegría, mi gloria.
Así vuestra alegría será mi felicidad
y vuestra alegría mi felicidad.

Y si tú
quieres de verdad seguirme
búscame pobre entre los pobres,
llorando donde hay dolor,
sufriendo con el que sufre,
compartiendo la rabia del oprimido
y riendo donde la alegría es sincera.

Mira que estoy a tu puerta y llamo.
Si tú me abres tu corazón y tu vida
cenaremos y cantaremos juntos
hasta el último amanecer.

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