No, no me he equivocado con el nombre del blog. Sé que gramaticalmente quizá no esté bien dicho, pero sirve para lo que quiero expresar.
En este blog no me conformo con decir cosas sobre el silencio, "invitar" al silencio, que "haya" silencio, que "estemos" en silencio... quiero que "sea" silencio. Un silencio enorme, envolvente, infinito, atronador. Un silencio que nos devuelva a Dios.
En medio del ruido sin alma y de las luces sin color en las que vivimos, creo más necesario que nunca crear espacios de silencio, zambullirnos confiados en su inmensidad... para que Dios vuelva a estar con nosotros, y nosotros con los demás, de verdad, con presencia plena.
En medio del ruido sin alma y de las luces sin color en las que vivimos, creo más necesario que nunca crear espacios de silencio, zambullirnos confiados en su inmensidad... para que Dios vuelva a estar con nosotros, y nosotros con los demás, de verdad, con presencia plena.
Quiero, que entre tú y yo, "sea" silencio lo que nos une y comunica.